Los dibujos realizados por Luis Canseco fueron hechos con grafito sobre los muros y objetos que provienen del entorno de El Chilar, específicamente, rocas y vegetación. El trabajo que Canseco plantea coincide con una crítica al fenómeno local de la transformación del paisaje y su espaculación con la finalidad de generar una memoria de esa transición a través de la práctica artística.