Turista Mundial Colectivo en colaboración con Néstor Esteva y Lourdes Díaz
El tapial es una técnica antigua de construcción a base de tierra apisonada –con similitud al adobe– que fue muy utilizada en las construcciones de la cuenca del mar Mediterráneo y del norte de África, aunque parece tener su origen en Asia. Fue una tecnología bastante exitosa por su practicidad, bajo costo y larga duración. Sin embargo, en la Revolución Industrial la producción de hormigón se potencializó a tal punto que llegó a 'cimentar' el paradigma de la construcción de la Modernidad. A lo largo del siglo XX las formas de construcción se homogenizaron en las urbes y en los territorios en vías de modernización y eventualmente –y casi inevitablemente– las geografías de la Modernidad sufrieron un 'aplanado' de cemento que estandarizó las formas visuales de las calles, edificios, casas, etc. Gran parte de las formas arcáicas de construcción fueron subestimadas y desplazadas de los programas de edificación de la Modernidad. El uso del adobe en México, por ejemplo, fue durante casi todo el siglo XX un signo de pobreza y distanciamiento del progreso.
En la década de 1960 hubo un auge en la recuperación de conocimiento arcaico y del reconocimiento de comunidades que no encajaban en la lógica de la modernidad (poscolonial). Mucho de aquel conocimiento fue incorporándose a las dinámicas de capitalización y reestructuración de los espacios urbanos. El uso del tapial, al igual que el del adobe, ha sido actualmente recuperado para edificaciones 'alternativas', sin embargo, la reintegración de estas formas de construcción está fuertemente condicionada por la tendencia de los mercados –valga la redundancia– 'trendy'. El uso de estas técnicas 'alternativas', si bien, ha sido investigada y apropiada como formas para poner en entredicho el flujo de la construcción moderna y su lógica, fundamentalmente, capitalista ha de ser prevista, también, con una función crítica.
En la década de 1960 hubo un auge en la recuperación de conocimiento arcaico y del reconocimiento de comunidades que no encajaban en la lógica de la modernidad (poscolonial). Mucho de aquel conocimiento fue incorporándose a las dinámicas de capitalización y reestructuración de los espacios urbanos. El uso del tapial, al igual que el del adobe, ha sido actualmente recuperado para edificaciones 'alternativas', sin embargo, la reintegración de estas formas de construcción está fuertemente condicionada por la tendencia de los mercados –valga la redundancia– 'trendy'. El uso de estas técnicas 'alternativas', si bien, ha sido investigada y apropiada como formas para poner en entredicho el flujo de la construcción moderna y su lógica, fundamentalmente, capitalista ha de ser prevista, también, con una función crítica.
Los arquitectos Néstor Eteva y Lourdes Díaz, como parte de su investigación en el tapial como un proceso de construcción de bajo costo y de alto rendimiento, realizaron, en conjunto con el Turista Mundial Colectivo el levantamiento de una banca con dicha técnica. El planteamiento de esta ejecución es que el uso de las tecnologías modernas –como el cemento y el tabicón– son altamente costosas, no sólo en un sentido económico, al contrario de las técnicas tradicionales de construcción que, generalmente, están contempladas para las condiciones geográficas y geológicas –por no decir culturales– en las que se ejecutan.
Se pensó la realización de esta escultura, de tipo minimalista, para que fuera ocupada como sitio de reunión de la comunidad –en el Chilar se realizó solamente un prototipo–. La pieza terminó midiendo 2 m de largo por 50 cm de ancho y 50 cm de alto. Según el Turista Mundial "tiene la finalidad de enfatizar la fenomenología y conceptualización de la importancia del uso de técnicas tradicionales más allá de la impresión puramente visual de un objeto artístico. |
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Es una pieza destinada a interactuar con los presentes, quienes podrán usarla como un lugar de descanso, de reunión o de convivencia. Asimismo, buscamos aportar herramientas prácticas y estéticas que, idealmente, puedan ser replicadas por la propia comunidad en la construcción de sus propias viviendas".
Como parte de esta exploración, el Colectivo y los arquitectos, en colaboración con el equipo del Chilar, realizaron una intervención sobre la cancha de básquet –de cemento– del Chilar utilizando el tapial para levantar un muro de 2 x 2 m. La edificación de este muro plantea una paradoja en las funciones de la cancha donde está construída y de sí misma: ambas disuelven sus fundamentos de uso abriendo la posibilidad de recombinarlos y ampliar el carácter de contingencia. La superposición del muro del tapial como un elemento que crece de manera vertical y horizontal (que no de profundidad) de modo proporcional, sobre una plancha de concreto, deteriorada por el tiempo, se puede entender como una declaración –del Turista Mundial– de la (re)construcción de las formas de vida de este capitalismo tardío.
En este muro se llevarán a cabo diferentes intervenciones por el Turista Mundial Colectivo e invitados. De la misma manera, se documetará y se llevará un registro detallado –a manera de bitácora– de los procesos de transformación del muro.
Texto realizado por Rubén Ojeda y Turista Mundial Colectivo.