Miguel Cinta Robles a partir de recorridos a las afueras de El Chilar, trabajó sobre la idea de levantamiento de zona como una forma de cuantificar los territorios, reflexionando sobre el imaginario de la propieda privada. Su proyecto consistió en medir uno de los terrenos aledaños cercado con audio e hilo nylon (utilizado usualmente en labores de contrucción) de 100m, de esa manera cada que se le terminaba un carrete realizaba anotaciones que concluían en una pieza. El terreno medía aproximadamente 400m.